Especial para Revista EXPECTATIVA 43 Años … Escribe el periodista Álvaro Díaz Arrieta
Ayer hablé sobre la alegría de los sucreños por la pronta inauguración de su estadio de Béisbol uno de los mejores de Colombia.
Hoy me referiré a la tristeza de ver como han destruido lo que en algún momento nos entusiasmó, la remodelación del viejo estadio de Beisbo18 de junio de Montería.
Para unos juegos nacionales y a las carreras se inauguró una carcasa de cemento cuya capacidad no alcanza para 3.000 espectadores. Con bombos y platillos los políticos hablaron y destacaron la inversión hecha, que en el momento nos deslumbró a propios y visitantes porque era lo mejor que se podía apreciar como estadio para jugar beisbol en la costa ya que para ese entonces no existía el Edgar Rentería de Barranquilla , el 11 de noviembre de Cartagena estaba cerrado por abandono y que decir del viejo 20 de enero de Sincelejo.
El gran engaño del que fuimos víctimas los Monterianos quedó al desnudo cuando los barranquilleros inauguraron el monumental estadio Edgar Rentería construido sin desperdicio ni hurto calificado de la clase política y gubernamental , una joya orgullo de los Barranquilleros para practicar el rey de los deportes ; Ahora ya
Sincelejo muestra su obra ya casi concluida del que será otro de los mejores estadios de Béisbol del país.
Que pesar y pena nos da haber creido que ese esqueleto inconcluso era un estadio de Beisbol y que ilusos fuimos, ah pero era que no exista el Edgar Rentería y menos el nuevo 20 de enero. Aqui cabe la frase » El que nunca a tenido Gallina hasta la kaka le parece huevo».
La diferencia de tener buenos estadios de Beisbol hoy Barranquilla y Sincelejo con lo que tenemos hoy los monterianos como estadio, es que los gobernantes y políticos de turno invirtieron lo presupuestado y pensaron en la afición y la ciudad y aquí del presupuesto inicial se robaron el 80% al igual que el Coliseo” happy Lora” que está convertido en una bodega y horno crematorio donde no se practica nada.
Para terminar hoy con tristeza, puedo decir que si hubo alguna ilusión de que teníamos algo hoy no tenemos ni el terreno de juego, este ha sido destruido por la falta de mantenimiento y los innumerables conciertos que presentan casi que todos los meses en el Diamante, que lo han convertido en un potrero, bajo la mirada desconsiderada de las administraciones inoperantes pasadas y presentes del municipio .
Publico algunas fotos del estado del terreno porque de las instalaciones locativas nos da mucha más vergüenza.