Información para los lectores de Revista EXPECTATIVA 43 Años.

Desde el año 2005 asisto con voz y voto a la Convención Nacional Liberal, espacio donde se debaten enfoques y se toman decisiones internas de la colectividad roja, de forma periódica, para sentar posiciones sobre coyuntura política y generar discusiones sobre asuntos estructurales. Comencé mi proceso desde la base, como miembro de las juventudes liberales de Córdoba, gané ese derecho a través del voto joven en urnas y se refrendó con la confianza de la asamblea de jóvenes en el departamento que me eligió su presidente, vocero y miembro del Parlamento Nacional. Gran semillero, gran escuela, gran esperanza y motivación en los jóvenes liberales de ese entonces, muchos han trascendido, se sentía la intención voluntaria de participar y menos imposición parlamentaria.

Durante distintas convenciones asistí como diputado, elegido en 3 periodos constitucionales, ganándome el derecho a opinar y participar siempre como el mas votado de mi departamento. Participé activamente de los debates que se adelantaron en el marco de las mismas, convencido que la democracia interna de los partidos es la forma de dirimir las diferencias, generar afinidades y posibilitar consensos. Temas como si el partido debería tener jefatura Única o Direccion Colegiada, discusiones sobre la representación de miembros de Cámara y Senado en la misma, conversaciones respecto al rumbo del partido, posturas en relacion al gobierno de turno, coaliciones futuras en el marco de las elecciones para presidente, mecanismos para componer las listas a congreso, entre otras tantas; muchas concentradas mas en el poder político que en los problemas sociales del país, limitadas a las disputas personales por encima de las posiciones de partido, referidas a las vanidades individuales buscando protagonismos, relegando el fortalecimiento de la colectividad, mas enfocadas al centralismo que al papel de las regiones.

En esta novena cumbre los temas no eran distintos, asistí después de haber tenido el honor de ser Gobernador de Córdoba y en calidad de Presidente del Directorio Departamental, derecho también adquirido en urnas y legitimado por los miembros del directorio.

No me detendré en el análisis de las anteriores convenciones, para eso están los registros históricos, pero si quiero dedicar unas líneas para hablar de este ultimo encuentro.

Llegamos a Cartagena con el Presidente Gaviria como jefe único, con pocas posiciones de bancada y múltiples voces cabalgando individualmente. Llegamos a una convención nacional sin una agenda colectiva que represente las ideas liberales, ni a las bases rojas, ni las voces de las regiones. Sin ningún tipo de contacto con los ediles, concejales, ni diputados, ni lideres de los territorios, con una participación graneada en el Gobierno nacional difícil de entender, apoyando algunos proyectos de ley lejanos a nuestra plataforma ideológica y con poca defensa de otros que realmente son a fin a nuestras causas, pero llegábamos con la convicción del verdadero liberal, siempre dispuesto para debatir y construir. Esa agenda debe retomarse a todo nivel.

Defendí con convicción la permanencia del presidente Gaviria como director único, su experiencia es clave en tiempos turbulentos, saber timonear para construir futuro desde el presente, pero el capitán necesita una tripulación dispuesta, con conocimiento, ganas y en disposición de contribuir en el propósito. Asumí esa posición alrededor de nuestros 54 delegados junto con el Senador Fabio Amin. Considero que nadie mejor que su voz, sus resultados y su liderazgo para mantener la cohesión en el partido. Abrir la puerta a intentos foráneos de marcar la agenda era peligroso, mas cuando esas conductas divisorias en otras colectividades patrocinadas desde el Gobierno Nacional afectaron a partidos como el polo democrático y al partido verde por mencionar dos ejemplos. El espíritu liberal es deliberante, de dialogo, de unidad y concertación, nunca de odio y jamás de división. Los partidos políticos fuertes consolidan el sistema democrático, las rupturas generan caos, irresponsabilidad y pérdida de identidad.

Valoro el ejercicio de las voces que plantearon con legitimidad propuestas alternas como la del senador Chacón, la cual se sometió a la discusión en democracia y aunque perdió, ganó. Seguramente continuará el camino como precandidato liberal a la presidencia, allí también apareció la voz de mi ex colega Gobernador de sucre Héctor Olimpo Espinoza, necesitamos más lideres que representen ideas liberales, que deseen construir sobre lo construido, también atrevernos a deconstruir para volver a edificar y lograr impulsar transformaciones que generen revoluciones pacificas. Líderes como Aníbal Gaviria Correa en Antioquia, Juan Guillermo Zuluaga desde Meta, también otros ex colegas gobernadores o el Ex ministro Alejandro Gaviria, creo que podrían ser cuadros interesantes para comenzar a fortalecer nuestra propia consulta, enriquecer el debate y para avanzar con puentes claros hacia distintas colectividades  que entiendan con humildad y grandeza que hay que fortalecer el centro para evitar radicalismos extremos, que la suma de las partes será mayor que el todo y que la unión de las regiones hace más grande al país. La coalición no solo debe ser política, tiene que ser social, gremial, territorial e intelectual.

Seguiremos ayudando a construir el camino por la patria, con libertad y en orden.

Orlando Benítez Mora

Presidente Directorio Liberal Córdoba

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *