El primer trienio de creación de la Banda 19 de Marzo de Laguneta (1966-1968), fue un período de prueba. Hubo problemas y soluciones. Los planes operativos me sirvieron de espacios pedagógicos para la creación de escuelas de música en la región. No obstante, recordaba la opinión del maestro Alfonso Piña: “Hacer una banda de música no es fácil, pero tampoco es imposible”. Ante tan sabias palabras, pensé: “He de cumplir la misión de formar jóvenes músicos con dignidad”.
Con el bagaje del anterior trienio, inicie el trienio (1969-1971). Abrí una escuela de música en mi casa, siendo el primer estudiante Simón M. Paternina Mendoza, oriundo del caserío Pueblo Bonito, Bajo Grande, Sahagún. Su aspecto de indio Zenú me impactó, pues es común en la región suponer que los Zenúes son expertos en ejecutar pitos. Debido a esta relación étnica, le entregué un clarinete, le indiqué la escala de las notas, entré al baño y a salir, ya se la sabía. El proyecto de mi escuela de música se extendió hasta Santiago del Sur, corregimiento de Ciénaga de Oro. De esta escuela surgió la “Banda 25 de diciembre”, desaparecida en 1971, a causa de un trágico accidente de tránsito.
MI VISITA A SAN PELAYO.
En febrero de 1971, fui a San Pelayo, al taller del maestro Manuel “Adelo” Coy Morales, Director de “La Banda No 4”, con el propósito de arreglar unos viejos instrumentos musicales. Cuando entramos en confianza, empezó a contarme historias sobre el porro pelayero. Adelo era sabroso para conversar. Fue emocionante oír sus anécdotas.
Después de escucharlo le comenté: “Maestro quiero aprender a tocar el “Porro Pelayero”. Tengo una escuela de música en mi región y no conozco la magia de ese porro”. Me dijo: “Si tienes interés, te invito a un toque con “Polímeros de Colombia” en Medellín”. ¿Quieres ir?” Le dije: “Sí señor”. Desde ahí, empezó mi labor interpretativa del “Porro Pelayero”, al lado de los maestros: Alberto Angulo, Eugenio Herrera, Álvaro Castellanos, “El Lango” Angulo y el tocayo Miguel Ricardo “Villalba”, quienes decían: “hay musiquitos que no quieren tocar “el porro pelayero”. Respondí: “pero este musiquito sí quiere”.
No solamente aprendí, también hice algunos porros imitando a los abuelos y multipliqué este estilo por mis escuelas de música como: La Magdalena,
Escribió el maestro Miguel Emiro Naranjo Director de la agrupación Banda “19 de Marzo de la Guneta” … para los lectores de Revista EXPECTATIVA 42 Años.
En la foto aparecen: Nuestro director de Revista EXPECTATIVA Roberto Castilla Arroyo con el maestro Miguel Emiro Naranjo Director de la banda 19 de Marzo de la Guneta»