Rodrigo Pérez
Un médico veterinario que le está ganado la batalla al Parkinson
LA FUNDACIÓN PARKINSON DE COLOMBIA, SE CONVIRTIÓ EN EL MILAGRO DE VIDA DE RODRIGO PÉREZ.
A los 47 años, Rodrigo Pérez, médico veterinario acostumbrado al trajín físico de su profesión, tuvo que renunciar a su trabajo. Comenzó a perder la movilidad en mitad de su cuerpo y luego de varios años de incertidumbre, fue diagnosticado con Parkinson.
“Durante 15 años ejercí mi profesión en la ganadería, era muy dinámico, siempre iba de aquí para allá vacunado ganado. Pero llegó un momento en que tenía que arrastrar el pie derecho para poder caminar y el brazo de la misma parte del cuerpo perdió su movilidad. Me diagnosticaron Parkinson, lo que causo que tuviera que dejar mis labores”, manifestó.
No solo la perdida de la movilidad en parte de su cuerpo fue lo más preocupante, sino el estado emocional de este monteriano, que poco a poco se fue aislando de su familia y amigos. No le gustaba lo que veía en el espejo. Su deterioro físico comenzó a ser evidente…había perdido mucho peso.
“Sentía que ya no había más opción que quedarme aislado. Durante muchos años recurrí a diferentes médicos en Barranquilla, Cartagena y otras ciudades. Me sometieron a diferentes tratamientos. Unos no funcionaban, otros sí aunque por poco tiempo. Lo único que siempre me dijeron y me dejaron claro, era que el Parkinson era una enfermedad terminal; eso me producía estrés y nervios… muchos de mis planes se destruyeron”, añadió con lágrimas en sus ojos.
Su familia no se daba por vencida, querían dar su último esfuerzo. No se resignaban a la idea de ver a Rodrigo postrado en una cama a tan corta edad y por siempre.
Su hija, Diana Marcela Pérez, quien ha sufrido viendo a su padre a través de este proceso, afirma “El drama del Parkinson también lo vive toda la familia. Para nosotros era doloroso ver cómo mi padre se encerraba, no hablaba y abandonó las actividades que más le gustaban, por miedo. Ante la impotencia, al inicio de este año, recordé que había escuchado sobre la Fundación Parkinson de Colombia. Me dediqué a investigar sobre ella. Nos dimos cuenta que su única sede era en Cali y así, llegamos aquí en marzo de este año. En el primer mes de tratamiento, mi padre recuperó la movilidad en la parte derecha de su cuerpo y su ánimo se elevó. Esta Fundación cambió la historia de mi familia en dos”.
Hoy y bajo tratamiento en la “Fundación Parkinson de Colombia”, Rodrigo, ha vuelto a sonreír y a moverse con libertad.
Con tan sólo 5 meses de tratamiento, volvió a manejar su vehículo, a montar bicicleta y hasta a bailar. Lo que no había logrado tras 7 años de estar sometido a diferentes procedimientos. Recuperó su espontaneidad, esa que había perdido por el temor que le causaba pensar en la posibilidad de morir postrado en una cama por el Parkinson.
“Ahora soy otro. Aquí me han enseñado con el Programa de Reacondicionamiento Integral, que definitivamente ha cambiado mi vida. Comprendí que el ejercicio es importante para mejorar mis movimientos y que sí podemos mejorar la calidad de vida con Parkinson” precisó Rodrigo.
Así como este monteriano, más de 1.300 personas han llegado desde diferentes países, para transformar sus vidas en la sede de la Fundación Parkinson de Colombia en Cali.
Para más información comunicarse con:
Issa Cristina Silva
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Cali
Fundación Parkinson de Colombia
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