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Montería, 15 de octubre de 2024- La clausura de la Copa Rey Pelé en Montería se vivió con gran emoción y espíritu deportivo, consolidándose como uno de los eventos más importantes del fútbol juvenil en la región.
En sus 32 años de existencia, por primera vez contó con el apoyo del gobernador Erasmo Zuleta Bechara, a través del Instituto Departamental de Deportes, liderado por Luis Aldana Dumar.
«Este torneo no solo fue una plataforma para que nuestras jóvenes promesas del fútbol se luzcan, sino también una muestra de que el deporte es una herramienta poderosa para transformar vidas. Nos llena de orgullo haber hecho parte de este proyecto y ver cómo el talento de nuestra juventud brilla en cada campo», expresó el mandatario departamental tras la ceremonia de clausura.
Esta edición, realizada desde el 8 hasta el 14 de octubre, reunió a más de 10 mil niños y jóvenes de todo el país. Con la participación de 90 delegaciones nacionales, 60 locales y dos internacionales, los 500 equipos, pertenecientes a 150 escuelas de fútbol, ofrecieron un espectáculo lleno de talento y esfuerzo en las categorías que abarcaron desde los 6 hasta los 16 años. Estos jóvenes deportistas, nacidos entre 2008 y 2018, mostraron su destreza en los 50 escenarios habilitados entre Montería y Cereté, donde cada partido fue una verdadera fiesta de inclusión y pasión por el deporte.
El evento no solo promovió el desarrollo de futuras estrellas del fútbol, sino que también reafirmó el compromiso del gobierno departamental en brindar espacios de participación para la juventud, fomentando valores como la disciplina, el trabajo en equipo y la sana competencia.
Apoyo y reactivación económica
Los organizadores del evento agradecieron el apoyo recibido desde la Gobernación de Córdoba y también destacaron la proyección económica del evento al lograr albergar delegaciones en todos los hoteles de la capital cordobesa, e incluso disponer de cabañas y fincas para alojar a las delegaciones procedentes de 25 municipios de Córdoba, además de los departamentos de Bolívar, Antioquia, Atlántico, Santander, entre otros, así como de los países de Perú y Venezuela.
Además, se generaron más de mil empleos directos e indirectos en materia de logística, hidratación, alimentación y desplazamientos de los equipos desde y hacia los escenarios deportivos.