El presidente Petro ha propuesto una revolución educativa en todos sus niveles, desde el preescolar hasta la universidad. En cuanto a la educación superior ha hecho énfasis en la universidad pública; ente que ha padecido un desfinanciamiento estructural a partir de la Ley 30 de 1992; lo cual ha profundizado brechas de calidad y, con ello impidiendo aumentar cobertura. Es importante precisar que en Colombia tenemos un sistema de educación superior mixto ofrecido por el Estado y particulares; es decir, público y privado. Actualmente, en el sistema de educación superior se encuentran matriculados 2.488.271 estudiantes; distribuidos de la siguiente manera: 2.234.962 en pregrado y 173.079 en posgrados. El sistema público pregrado tiene una matrícula de 751.168 estudiantes; de los cuales, 615.168 pertenecen a las 33 universidades públicas que constituyen el Sistema Universitario Estatal, y, 136.000 pertenecientes a las 30 instituciones de educación superior técnicas profesionales, tecnológicas y universitarias públicas IESTTU. En las universidades privadas encontramos matrículas de pregrado representada en 1.132.163 estudiantes.
Estas cifras son bastante dicientes en materia de cobertura. Cabe resaltar que, solo el 52% de los jóvenes colombianos acceden a la universidad, y el 48% restante no tiene posibilidades de ingreso; un drama social, que requiere de una política pública estatal que garantice el derecho a la educación. El presidente electo tiene como propósito aumentar la cobertura; es decir, que más de dos millones de jóvenes accedan al sistema de educación superior público. Lograrlo implica una revolución social que debe iniciar con la aprobación de una política pública de Estado, que garantice los recursos financieros; política centrada en los siguientes factores: 1. fortalecer las 33 universidades públicas y 30 IESTTU; fortaleciendo condiciones financieras para funcionamiento, infraestructura física, tecnológico y vinculación docente para cerrar brechas de calidad. 2. Regionalizar la universidad pública y las IESTTU en los territorios donde hacen presencia; con el fin de incrementar cobertura con calidad y pertinencia. 3. Disponer de la capacidad instalada que posee el Sistema Universitario Estatal SUE y las IESTTU, en programas de pregrado a nivel profesional, técnico y tecnológico; además, programas de posgrado; entre estos, especialización, maestrías y doctorados. 4. Integrar el Servicio Nacional de Aprendizaje SENA con las universidades y las IESTTU; de esta forma fortalecer la oferta académica a nivel técnico y tecnológico que el país necesita; hacerlo, con rigor, calidad y pertinencia. 5. Construir el sistema de educación terciario desde los territorios, soportado en las universidades, IESTTU y SENA.
Cabe aclarar que, un modelo para aumentar cobertura en educación superior debe realizarse de manera integral; es decir, tener en cuenta la pertinencia de los programas académicos en los que se forman los jóvenes. La educación debe ser de calidad, ello implica pertinencia y consonancia con las demandas del mercado laboral. Lo anterior, debe tener en cuenta, que las universidades colombianas registran una baja tasa de graduación, brecha de habilidades y disminución de los rendimientos a la inversión; que son síntomas de problemas de eficiencia, calidad y relevancia del sistema. En este sentido, una revolución educativa para mejorar la competitividad y aumentar su productividad debe mejorar su capital humano y adecuarlos a las demandas del mercado laboral