En los últimos años, los sectores de la educación, ciencia, tecnología e innovación (CTI) en Colombia han venido siendo intervenidos por una larga lista de proyectos de ley; esto, con el propósito de reformarlos con buenas intenciones, pero reflejan un desconocimiento relacionado con estas reformas. En este sentido, desde la Asociación Colombiana de Universidades Ascun; organismo que agrupa el 90 % de las universidades públicas y privadas del país, hemos revisado el proyecto de Ley 132 de 2024 que pone en riesgo la continuidad del Fondo para la Ciencia, la Tecnología y la Innovación. El mencionado proyecto de ley tiene por objeto: «Modificar los artículos 332, 360 y 361 de la Constitución Política de 1991, con el fin de fortalecer la Autonomía Territorial y la Descentralización Administrativa de las entidades territoriales receptoras de los recursos del Sistema General de Regalías (SGR). La iniciativa establece que los departamentos, distritos y municipios participen del 98 % de los recursos del SGR, con el propósito de garantizar un proceso efectivo que permita el cierre de brechas mediante la ejecución de proyectos de inversión necesarios en los territorios, asegurando una distribución equitativa y eficiente de los recursos». Esta iniciativa de reforma constitucional, si llegara a prosperar, una de sus consecuencias sería la extinción del Fondo para la Ciencia, la Tecnología y la Innovación que, son financiados con recursos del Sistema General de Regalías. Por consiguiente, desde Ascun hemos hecho observaciones y comentarios para la discusión de este Proyecto. Debido a que, esta iniciativa de reforma desconoce la realidad de la ciencia en Colombia; adolece de una larga tradición de desconocimiento y marginalidad por parte de los distintos gobiernos.
No obstante, desde las universidades hemos manifestado reiteradamente, la pírrica inversión que hace el Estado en ciencia, tecnología e innovación; solo el 0,24% del PIB, por debajo de países de América Latina y la Ocde. Además, en contravía de tendencias globales y voces de organismos internacionales como: (Unesco, Ocde, Foro Económico Mundial, Onudi), la Misión Internacional de Sabios y destacados académicos que insisten en destinar mayores recursos al conocimiento. Esta es una inversión que ha demostrado ampliamente sus beneficios en la construcción de equidad y desarrollo.
En calidad de miembros de Ascun, rechazamos la iniciativa de acabar el Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación del Sistema General de Regalías; debido a que esto, profundizaría el retroceso y estancamiento científico y tecnológico de la Nación; lo anterior, en sintonía con la reducción del presupuesto de Minciencias en los últimos años. Por ello, las universidades en Colombia, responsables de cerca del 95 % de generación de nuevo conocimientos y otros actores del sistema de ciencia, tecnología e innovación, observan con preocupación la falta de compromiso estatal para liderar el desarrollo de sus capacidades institucionales en investigación y ciencia.
Desde Ascun, insistimos al país político representado en el Congreso, que vean la ciencia y la tecnología, como sectores estratégicos para el desarrollo del país, lo que significa mantener el esfuerzo para que Colombia transite hacia una sociedad de la economía del conocimiento. No puede ser un contrasentido que los países con mayor desarrollo invierten más en ciencia, tecnología e innovación. Seguir bajando la inversión en CTI y tomar los recursos para estas como fondos de libre destinación, nos ha costado el atraso; incluso, frente a otros países de América Latina y el Caribe. La ciencia no puede seguir padeciendo una miopía política.