Hoy 29 de octubre, los cordobeses asistiremos a las urnas para escoger nuevos liderazgos que orienten durante los próximos cuatro años la institucionalidad territorial: gobernador y alcaldes; igualmente, los miembros de corporaciones públicas como concejales y diputados responsables del control político. En este sentido, desde la Universidad de Córdoba hemos propuesto en los últimos años para el debate y agenda pública, los grandes temas y problemas que deben hacer parte de un plan de desarrollo prospectivo en las futuras décadas, todo esto, centrado en responder a los problemas sociales y estructurales más relevantes de la región, entre ellos: acceso a la educación superior; hay que decir que, en Córdoba de cada 100 bachilleres solo 23 ingresan a la universidad, lo que exige, ineludiblemente materializar la política de regionalización de la Universidad de Córdoba. Erradicar el 15% de analfabetismo que existe en nuestro Departamento. Construir una política de sustitución de cultivos ilícitos, con el fin de repensar el actual modelo productivo del Departamento. Promover una política pública de primera infancia, que brinde atención nutricional y psicológica; teniendo como referente el proyecto “Córdoba mis Primeros Pasos” puesto en marcha por Unicórdoba. Reducir los niveles de desempleo; según el Dane, año 2022, la tasa de desempleo en Córdoba era de 12.5% y en Montería de 13.1% y, la informalidad en el Departamento de 68.7%; además, elevar los niveles de competitividad económica. De acuerdo con el índice de competitividad, Córdoba ocupa el puesto 21 entre 33 departamentos. Enfrentar la pobreza multidimensional en acceso a salud, agua potable, saneamiento básico y educación. Todas estas variables sociales han generado indicadores de desarrollo humano paupérrimos, estigmatizando de esta forma, nuestro pasado y presente.
Lo anterior, son en parte, los grandes desafíos y retos que tendrán los próximos gobernantes locales. ¿Qué esperamos como Universidad de Córdoba y como ciudadanos? Necesitamos un liderazgo desde la institucionalidad territorial para resolver en conjunto con la Universidad, los problemas estructurales que nos han empobrecido. Del mismo modo, esperamos una visión política moderna que responda a soluciones tangibles que ayuden a transformar la sociedad. Sobre todo, esperamos mejores mandatarios, tanto departamental como municipales, con pensamiento prospectivo para planificar el desarrollo y construir políticas públicas de carácter social sostenibles en el tiempo. Córdoba posee innumerables riquezas naturales, biodiversidad y posición estratégica; invisibilizadas por ausencia de liderazgos transformadores. Es necesario reducir las amplias brechas e inequidades sociales existentes, que solo es posible, si creamos políticas incluyentes en materia de renovación social.
Desde la Universidad de Córdoba estaremos dispuestos para brindar el acompañamiento desde nuestra esencia y naturaleza: la ciencia y conocimiento científico. Desde esta visión corresponde como ciudadanía exigir respeto a quienes asuman la conduccion de la institucionalidad, que no solo manifiesten el interés grupal y partidista que ha sido lo imperante; sino al interés colectivo y social, al cual se deben por mandato ciudadano. Esperamos que los eslogan políticos utilizados por cada una de las campañas en la disputa electoral para ganar el apoyo popular, no queden en simples narrativas o estrategias de marketing político; necesitamos hacer de la política, lo que los griegos muy bien definieron como la preocupación por el otro