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La victoria independentista en el puente sobre el río Teatinos fue un hito en el fin de la colonia española de todos los países andinos
Conmemoración del aniversario de la Batalla de Boyacá hoy, en Puente de Boyacá (Colombia). El 7 de agosto del 2024.
Mauricio Dueñas Castañeda (EFE)
El ejército español y el independentista comunicaron el mismo el resultado de la batalla de Boyacá: Santafé no estaba más bajo el dominio de la corona. El ejército encabezado por el caraqueño Simón Bolívar habían ganado el enfrentamiento. “Jamás me había figurado que de una pequeña acción resultase la pérdida de la capital y cerca de trescientas leguas, pero ello ha sucedido”, dice una misiva que se encuentra en el Archivo General de Indias. Este combate, el 7 de agosto de 1819, fue decisivo para la independencia del virreinato de la Nueva Granada, y para que la corona dejara de controlar a los territorios que comprenden a los actuales Colombia, Venezuela, Ecuador, Panamá y la Guyana Esequiba.
La guerra independentista del país andino ya sumaba casi 10 años, desde 1809. La autonomía se logró en dos fases, hasta 1815, se no solo libraron enfrentamientos entre realistas e independentistas, sino que las diferencias entre los segundos por la organización de un país independiente los llevó a librar una guerra civil. Esta etapa ha sido tradicionalmente conocida como La Patria Boba. Tras el regreso de Fernando VII en España hacia 1814, los europeos reconquistarían las zonas más ricas y pobladas de la Nueva Granada y de la capitanía de Venezuela en dos años, gracias a un ejército enviado desde la península, compuesto por veteranos de las guerras napoleónicas y al mando de Pablo Morillo.
La segunda parte, tras una guerra de guerrillas, se libró entre 1818 y 1819, con la llegada de Simón Bolívar a los llanos venezolanos, donde sentó las bases de la Gran Colombia (una entidad que agruparía a todo el virreinato) en el Congreso de Angostura. Luego trazó un plan: liberar la Nueva Granada a toda costa, conquistar la capital Santafe antes que su natal Caracas. Bolívar emprendió una campaña militar con la que cruzó la Orinoquía y en el piedemonte andino de lo que hoy es Colombia, se sumó a las tropas granadinas del coronel Francisco de Paula Santander. Desde el Casanare, y escaló los Andes por el páramo de Pisba, una maniobra inesperada y sorprendente por lo difícil del paso y lo poco preparadas y apertrechadas de sus tropas para hacerlo.
Ya en el altiplano, centro del poder de la Nueva Granada, Bolívar libró los combates de Paya y del Pantano de Vargas. Había logrado sentar su ejército en las tierras altas, pero la guerra estaba en tablas. El punto decisivo fue en el cruce del tío Teatinos, en el camino entre Tunja y Bogotá. El comandante español José María Barreiro intentaba retroceder para reagrupar sus tropas en la capital y sumar refuerzos. Bolívar se enteró y anticipó el movimiento; para el 7 de agosto de 1819, una campaña que duró 78 días terminaría con una victoria en la batalla del puente de Boyacá. Una que hizo huir al entonces virrey Juan José Francisco de Sámano y Uribarri, y que permitió la entrada triunfal del Ejército libertador a Bogotá el 10 de agosto.
Foto archivo … El Puente de Boyacá, lugar donde ocurrió la victoria de los independentista del 7 de agosto de 1819.