Montería 21 de mayo de 2018. EL Día Internacional de la Biodiversidad, es una fecha que nos recuerda el valor que tienen los ecosistemas en la vida humana, así como la responsabilidad que tenemos todos de conservarlos y protegerlos, para de esta forma asegurar su sostenibilidad.
La explotación y utilización de los recursos naturales han generado crecimiento económico, contribuyendo al bienestar social, pero también ocasionaron una degradación ambiental notable. Como prueba de ello, el 85% de los sistemas productivos de la región Caribe se encuentran en zonas vulnerables a la desertificación. El suelo ha perdido su cubierta original y sufriendo compactación, mientras que la erosión está conduciendo rápidamente hacia la desertificación. La zona occidental de la región Caribe se ha visto especialmente afectada por la degradación de los recursos forestales debido a las prácticas insostenibles de la biodiversidad. Cabe destacar las presiones agrícola, ganadera, minería ilegal y de tala amenazando ecosistemas para la conservación de grandes mamíferos, como el Jaguar, la Danta, el Puma Americano, entre otros.
El Sistema Regional de Áreas Protegidas –SIRAP Caribe –definió el Índice de Estado de los ecosistemas de la región, donde se determinó que el 88.89% de las eco-regiones están en estado crítico y las especies de fauna se encuentran en un nivel de amenaza del 90%.
En el marco SIRAP Caribe, se gesta e implementa una de las estrategias más ambiciosas de la región, Conexión BioCaribe que busca recuperar la estructura ecológica para que retorne la biodiversidad y con ella los servicios que requiere el departamento para el desarrollo y bienestar de las poblaciones.
Conservar y reconectar los ecosistemas son la clave para preservar la Biodiversidad. En el departamento de Córdoba se han identificado 19 sitios prioritarios para la preservación. Actualmente cuenta con más de 600 mil hectáreas de ecosistemas protegidas en seis áreas protegidas: el Parque
Nacional Natural Paramillo y cinco áreas regionales declaradas por la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y San Jorge – CVS-: Distritos Regionales de Manejo Integrado -DRMI- de Cispatá, del Complejo Lagunar del Bajo Sinú y del Complejo de Humedales de Ayapel, y los Distritos de Conservación de Suelos Humedal de Ciénaga de Bañó, Ciénagas de Corralito y Betancí.
El área identificada para protección de la biodiversidad que sobresale por su extensión son los Bosques Húmedos del Alto Sinú con un total de 116.216 ha. El ecosistema mejor representado con una meta de conservación del 70%, es el bosque húmedo tropical del Sinú-Urabá con aproximadamente 40.000 ha. Del estado de conservación de esta área depende el balance hidrológico del Embalse de Urrá y de la cuenca del Sinú. Dentro de las especies amenazadas o endémicas se encuentran entre otras: la carranchina, la guacamaya verde limón, el puma, el mono zambo y la cotorra cariamarilla.
Del área total prioritaria para la conservación en el departamento más de 100.000 ha deben ser contempladas en acciones que contemplen estrategias complementarias de conservación y manejo de recursos, como son los corredores de conectividad, que articulan la conservación y el uso sostenible. Córdoba es el departamento más avanzado en las metas del Portafolio de prioridades de conservación en la región Caribe. Además de las áreas protegidas contempla un corredor de Conservación que conecta el Parque Nacional Paramillo con el Distrito de Conservación de Suelos de Ciénaga de Betancí y Complejo Lagunar del Bajo Sinú.
Dentro de los resultados más importantes de Conexión BioCaribe en el departamento se destacan:
* 30 kilómetros de bosques restaurados
* 95 hectáreas de sistemas productivos sostenibles
* 5 Kilómetros de bosques la ciénaga grande del Bajo Sinú restaurados
* 207 Familias beneficiadas
Aunque las áreas clave han sido priorizados por su representatividad o situación de riesgo y se hayan implementado acciones de conservación y gestión sostenible en el 40% de la superficie total priorizada, aún se requieren de medidas urgentes que restablezca la estructura ecológica del departamento de Córdoba.
Foto archivo CVS para Revista EXPECTATIVA.