El pasado 13 de marzo, la ciudadanía concurrió a las urnas para escoger a los

parlamentarios que nos representarán en el Congreso de Colombia; escenario donde se hacen las leyes para transformar el país.

En el Departamento de

Córdoba, el mapa político no cambió, los resultados muestran el predominio de la

clase política tradicional, ostentada por unas fuertes maquinarias clientelistas, que movilizan un amplio sector de la población. Esta forma tradicional de concebir y

 ejercer la democracia es la expresión típica de la cultura política de la Región.

 Los resultados del certamen electoral permitieron que el Departamento hoy cuente con 5 representantes a la Cámara y 6 senadores; quienes tienen la inmensa

responsabilidad de trabajar por Córdoba y el país, lo cual, debe ser con unas

iniciativas legislativas que respondan a las demandas y necesidades de la población.

Esperamos que los congresistas cordobeses arropen e impulsen el modelo de

proyección social, denominado “CÓRDOBA TRANSFORMADA”; estrategia construida en la Universidad de Córdoba, que ha repensado el Departamento

identificando los problemas sociales más relevantes como: acceso a la educación

superior de los jóvenes de escasos recursos económicos; cabe señalar, que en

Córdoba, de cada 100 bachilleres solo 23 ingresan a la universidad; ello exige ineludiblemente, materializar la política de regionalización de la Universidad de

Córdoba; lo que significa, que en cada subregión del Departamento haya una

Sede de Unicórdoba.

Además, erradicar el 15% de analfabetismo que existe en

Córdoba, representado en 250 mil cordobeses que no saben leer ni escribir. En

este orden, construir una política de sustitución de cultivos de uso ilícito, que

permita repensar el uso del suelo y modelo productivo para el sur del

Departamento.

Construir una política pública de primera infancia en condiciones de vulnerabilidad; existen 127 mil niños que no reciben atención nutricional, ni

psicológica. Asimismo, garantizar una política de seguridad alimentaria. Elevar los

niveles de competitividad económica para incrementar el PIB del Departamento.

Enfrentar con planes, programas y proyectos, la pobreza multidimensional; especialmente, en acceso a la salud, agua potable, saneamiento básico,

educación y erradicación del trabajo infantil.

Todas estas variables sociales han generados indicadores de desarrollo humano paupérrimos, que han marcado nuestra historia pasada y presente.

Necesitamos liderazgo y gestión de nuestros congresistas para trabajar en conjunto con la

Universidad de Córdoba alrededor de los problemas estructurales que nos han

condenado al atraso y subdesarrollo.

Requerimos de una visión política moderna

que responda al bien común; esencia y naturaleza de la política. Insistir, en que,

Córdoba como departamento posee innumerables riquezas naturales y una

posición geográfica estratégica que ha sido invisibilizadas por ausencia de liderazgos transformadores.

Esperamos que los eslóganes políticos utilizados en

las campañas en la disputa electoral para ganar el apoyo popular, no se queden

en simples discursos o estrategias de marketing político.

Necesitamos hacer de la política, lo que los griegos muy bien definieron como: “la preocupación por el otro”.

El Departamento espera de ustedes, grandeza, unidad y liderazgo transformador

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